Ayer se publicó “Walking Disaster: My Life Through Heaven and Hell” la autobiografía de Deryck Whibley, cantante líder de Sum 41.
Ahí el músico de 44 años acusó a Greig Nori, primer manager de su banda, de manipulación y abuso sexual.
“Greig tenía un requisito para ser nuestro representante: quería control total”, escribe Whibley en el libro. “No podíamos hablar con nadie más que con él, porque el negocio de la música está ‘lleno de serpientes y mentirosos’ y él era la única persona en la que podíamos confiar”.
Según un informe de Los Angeles Times en conversaciones con Whibley, la relación entre ambos cambió cuando el vocalista cumplió 18 años. Fue una noche mientras el músico estaba borracho en una fiesta cuando Nori le pidió que fuera al baño a tomar otra dosis de éxtasis. Apretujados en el cubículo, escribe Whibley, Nori le agarró la cara y lo besó “apasionadamente”.
Whibley declaró que no le contó a nadie sobre su relación con Nori, quien lo presionó para participar en actos sexuales. Supuestamente Nori alentó el contacto sexual con él, diciéndole que lo que estaban haciendo valía la pena explorar porque “muchos de mis ídolos estrellas del rock eran queer… La mayoría de las personas son bisexuales; simplemente tienen demasiado miedo de admitirlo”.
El cantante señaló que cuando intentó terminar el aspecto físico de su amistad, Nori lo acusó de homofóbico y sugirió que Whibley “le debía” por la ayuda que el hombre le estaba brindando a la banda.
“No puedo negar que fue muy manipulador, pero realmente no me di cuenta. No me di cuenta hasta que llegué a su edad, a mediados de los 30, cuando yo era un adolescente. Era un héroe, así que al ver esa dinámica de poder, ves cómo se puede manipular a un chico de 16 años”.
