La gloriosa década de los 90 estuvo atravesada, tanto a nivel musical como cultural, por la movida grunge a raíz del surgimiento de bandas cuyo máximo exponente fue Nirvana. Luego de la muerte de Kurt Cobain en el año 1994, hubo una segunda oleada de bandas que trataban de mantener el estilo, aunque muchas de ellas fueron criticadas y acusadas de ser poco legítimas o perseguir objetivos comerciales.
Una de las más cuestionadas fue la banda llamada Bush, cuyo líder era Gavin Rossdale. En una entrevista reciente, el músico reveló que durante los primeros años de su carrera tenía una relación tirante con el entonces baterista de Nirvana, Dave Grohl. Rossdale intentó develar el origen: “Grohl llevaba una camiseta que ponía el signo del dólar en Bu$h, así que luego pusimos signos de dólar similares en nuestras camisetas. En otro concierto, ya cuando Foo Fighters se había formado, me acerqué y le dije: 'No entiendo cuál es el problema. ¿No hay matices de Nirvana en nosotros?’”.
Años después y con la cantidad de agua que pasó debajo del puente, la disputa terminó y en palabras del propio Gavin, “Grohl es una de esas personas que se lleva bien con todos". De hecho, agregó: "sus hijas y mis hijos acabaron yendo al mismo colegio así que le vi en las asambleas escolares durante unos cinco años".
