"¡Sacrilegio!" podrían pensar algunos. Pero el que compuso el tema hace el solo como quiere. Más o menos eso suponemos que es lo que se debe decir a sí mismo David Gilmour cada vez que tiene que tocar este clásico del rock.
Se trata nada más y nada menos que de "Comfortably Numb", el tema incluido en The Wall (1979) cuyo solo es considerado como uno de los mejores de la historia del rock, y materia de estudio obligatoria para generaciones enteras de guitarristas.
En una reciente entrevista el miembro fundador de Pink Floyd explicó por qué siempre toca ese solo de manera diferente: "Nunca lo he aprendido. Sí, nunca he aprendido ese solo de guitarra. Me gusta cómo empieza, y el resto está tan arraigado en mí que las distintas partes van encontrando su camino en lo que hago", explicó.
Y así es como Gilmour destacó la improvisación como un plus en sus presentaciones en vivo: "Hay mucha gente que puede tocar eso. Pero yo no lo toco. Para mí, cada vez es diferente. ¿Por qué querría hacerlo siempre igual? Sospecho que el público prefiere que sea auténtico y espontáneo”, dijo.
En otro tramo de la entrevista el virtuoso guitarrista recordó lo meticuloso que era en la composición dentro de la banda, y cuánto se implicaba en el proceso: “Constantemente, en todo, en todos los instrumentos. A Nick (Mason) no había que decirle mucho, la verdad. Tenía su propio estilo y lo seguía. En los años 60, con los primeros Pink Floyd, él estaba mucho más atareado, pero poco a poco se fue simplificando”.
Un detalle vuelve a la memoria del compositor: “Pero había cosas… En `Comfortably Numb´, hay un momento en el que falta el bombo. Le dije: `¿Puedes dejar de tocar el bombo? Quiero ese espacio´. Y eso era lo mío. Quería ese espacio. Pequeñas cosas como esa. Por supuesto, cuando estás creando, componiendo música, lo tienes todo en la cabeza y tienes ideas muy claras, de lo que quieres exactamente y de lo que no quieres. Y cada uno de nosotros hacía sugerencias con más o menos insistencia, según el momento, la idea y cuál era el sueño”.