La presencia del encapotado intimidó durante años a millones de habitantes de Ciudad Gótica, pero parece que su efecto funciona igual de bien fuera de los cómics y la pantalla.
El superhéroe de DC es uno de los personajes de ficción más populares del planeta: tiene más de una decena de películas, décadas de historia en los comics y fue interpretado por figuras de Hollywood como Michael Keaton, George Clooney y Christian Bale.
Un estudio científico publicado en la revista académica Mental Health Research bajo el título 'Unexpected events and prosocial behavior: the Batman effect' ('Eventos inesperados y comportamiento prosocial: el efecto Batman') estudió el impacto de Batman en nuestra vida cotidiana.
Para eso hicieron un experimento con dos actores. Primero una mujer que simulaba un embarazo y el otro un hombre disfrazado de Batman.
La cosa era siempre: la mujer entró varias veces sola a un vagón del subte para ver cuántos le ofrecían el asiento. En otro momento, se repetía la acción de la mujer, pero entraba al vagón junto a Batman.
Los resultados muestran que de los 138 pasajeros observados, el 67% ofrecía su asiento solo cuando Batman estaba presente, pero si no estaba, solo le ofrecían asiento el 37% de las veces. En ambos casos eran más mujeres que hombres, con el 68% cuando Batman estaba presente y el 65% cuando no.
En sus hallazgos los académicos ofrecen una conclusión para esto que no tiene que ver con el miedo a ser castigados por el hombre murciélago.








