Mucho se habló del caso, todos opinaron antes, durante y después del juicio. Pero el actor rompe el silencio ahora.
A casi tres años del veredicto final entre Johnny Depp y su ex esposa Amber Heard, el protagonista de Piratas del Caribe dio una extensa entrevista a los colegas del diario The Sunday Times.
El conflicto entre la pareja comenzó en 2016, cuando la actriz solicitó el divorcio y lo acusó de maltrato. La situación escaló rápidamente, convirtiéndose en un proceso legal que acaparó la atención de medios de todo el mundo.
“Todos me decían: ‘¡Ya se pasará!’ Pero no puedo confiarme. ¿Qué desaparecerá? ¿La ficción extendida alrededor del puto globo? No, no desaparecerá. Si no intento representar la verdad será como si realmente hubiera cometido los actos de los que se me acusa. Y mis hijos tendrán que vivir con eso”, argumenta Depp en la entrevista.
“Entiendo a la gente que no podía dar la cara por mí”, expresa el actor, subrayando que su caso se produjo “antes de Harvey Weinstein”. Es entonces cuando sentencia que “dolió ver cómo me daban la espalda algunas de las personas con las que había trabajado en la industria”. En su testimonio, Depp no ocultó su decepción ante la actitud de ciertos colegas: “Falsos hijos de puta que te mienten, te celebran, dicen todo tipo de horrores a tus espaldas y, sin embargo, se quedan con la plata”. El actor va más allá, señalando que “hay personas, y estoy pensando en tres, que me la jugaron. Esas personas estaban en las fiestas de mis hijos”. Admite haberse sentido “como un conejillo de Indias para el #MeToo”.
“No se trataba de memorizar líneas, sino solo de decir la verdad”. Una actitud que trató de mantener durante el proceso, pese a ser consciente de que el camino no sería fácil. “Era consciente de que nada de todo esto iba a ser fácil, pero estaba dispuesto a luchar hasta el puto final”, afirmó.
Tras el final de su batalla legal con la actriz, Johnny Depp va recuperando poco a poco el control de su vida. Será Satán en "The Carnival at the End of Days", a las órdenes de Terry Gilliam.
