Hubo un día en que todo cambió para el bajista de 59 años nacido en Santa Mónica, California. Hubo un día en que la banda más exitosa del género musical más pesado le ofreció sumarse al proyecto y su vida dio un giro de 180 grados.
El músico fue entrevistado en el podcast "Soundings" de The Surfer's Journal y brindó detalles del momento en que Metallica preparaba el lanzamiento del disco St. Anger y él llegaba con mucho laburo por hacer y una millonaria oferta imposible de rechazar: "Bueno, eso fue raro y surrealista. Supongo que no lo terminaba de creer. No parecía real. Es curioso, porque en realidad nunca... Está ahí, pero no está ahí. Todo el mundo dice: `Wow, amigo´. Pero después de los impuestos, es un poco diferente de un millón de dólares. Supongo que me consumió tanto la carga de trabajo que estaba como: `Bueno, eso es genial´".
Robert asegura que no era todo tan fácil: "Pero después en mi cabeza era: `Es hora de ponerse a trabajar. Tengo esta montaña de repertorio que aprender´. Y luego estaba el nuevo álbum, St. Anger, que ni siquiera habían tocado en vivo todavía, porque ese álbum fue creado en el estudio. Así que ahora tenía que aprender estas canciones. Y lo vi como: `Tengo mucho trabajo por delante. No voy a preocuparme por... No voy a pensar en el dinero. No voy a celebrar lo que está pasando porque tengo trabajo que hacer´. Recuerdo que no fui a casa durante, como, seis meses, casi. Puede que fuera a casa una o dos noches para comprar ropa o lo que necesitara y traerlo al norte, pero básicamente me mudé a San Francisco justo en ese momento. Y mi vida cambió para siempre".