Al igual que cada 17 de enero, las redes sociales estallaron de saludos para el mítico artista de rock nacional que cumple 75 años. El músico interactuó con sus fanáticos en Instagram y escribió: "Gracias a todos! Son mis pulsiones de vida.. Son un regalo de la providencia".
Este año, tomó una relevancia particular ya que comenzaron a circular una serie de imágenes de murales del Indio junto a frases en distintos barrios de la Ciudad de Buenos Aires. ¿Algún indicio? Probablemente sea la fiebre ricotera.
Roberto Cervio y Florencia López son los impulsores de este proyecto llamado “Un Indio en cada barrio” que busca homenajear e inmortalizar al exlíder de Los Redondos a lo largo y a lo ancho de todo el país. Ellos se conocieron en la Escuela de Bellas Artes y armaron un grupo con más amigos “unidos en las ganas de compartir felicidad a través de la pintura y la música”, afirmó Florencia en Página 12.
“Hacemos arte callejero no por casualidad, sino por convicción. Es una herramienta transformadora que no se rige por los intereses ajenos sino que lo mueve su propio deseo de mantener viva la memoria popular”, indicó.
En su cuenta de Instagram @unindioencadabarrio dejan todo en claro: “La excepcionalidad no se repite. La experiencia se comparte. El mensaje se transmite”.
Mural ubicado en Balboa y Av. Elcano - La parternal.
Pintar al Indio Solari no solo implica venerar su música sino, también, reafirmar la convicción y las banderas que lograron trascender generaciones de miles de argentinos y argentinas. Es por eso que cada mural es acompañado de citas porque es cultura, “es una figura que por sobre todas las cosas dice. Cuando canta y cuando habla”.
“Cualquiera que tenga una pared que dé a la vía pública (negocio, galpón o casa), y quiera tener al Indio pintado, nos puede escribir. No hay dinero mediante el resto es, justamente, porque nos pinta”, refutan en sus posteos. Una vez conocido el lugar para reflejar su arte evalúan y bocetan varias opciones de las cuales, siempre, participa y opina quien brinda la pared.
En esos momentos, la mística ricotera se enciende porque es fundamental “la ayuda desinteresada de la comunidad, ya sea económica, moral o en materiales”. Entre mates, canciones de los redondos y pinceles siempre se acerca algún curioso a charlar sobre este proyecto y agradecerles por su arte porque, al fin y al cabo, como dice El Mister “en la resistencia está todo el hidalgo valor de la vida”.
