A los 94 años murió Lou Ottens, inventor del cassette.
Como jefe de desarrollo de productos de Philips en 1960, lideró el equipo que creó el primer grabador portatil y presentó el primer cassette en la feria de electrónica de Berlín tres años después. El eslogan en ese momento era: “¡Más chico que un paquete de cigarrillos!”.
La creación del cassette permitió que la música se masificara. Con este fin, Ottens decidió que el cassette debía ser un objeto pequeño que entrara en su bolsillo.
La marca registrada Cassette Compacto se volvió el estándar mundial para cassettes gracias a un arreglo con Sony. Desde su creación, se vendieron más de 100 millones de ejemplares, y en los últimos años hubo un inesperado nuevo boom de este formato.
En 2016, en el documental Cassette: A Documentary Mixtape, Ottens declaró: “Todavía hay gente que los usa. Suponíamos que iba a ser un éxito pero no sabíamos que iba a ser una revolución”.
Ottens participó también del equipo que desarrolló el compact disc en 1979. Se retiró en 1986, y siempre compartió el crédito de sus logros con sus compañeros: “Eramos chicos pequeños que se divertían jugando. No sentimos que estábamos haciendo algo grande. Fue como una especie de deporte”.
