Es oficial: Volvieron Los Piojos

: Dic 15, 2024

Reencuentro y comienzo de un nuevo capítulo

Respiramos hondo… y exhalamos.

¿Por dónde empezar a contar este viaje repleto de ansiedad?
15 años de expectativa. 15 años desde aquel comunicado que anunció el “último ritual”:

Queridos Piojosos, fans, seguidores: queremos informarles que a partir del próximo show del 30 de mayo de 2009 en River Plate, la banda entrará en un parate. Este impasse no tiene plazos ni condiciones. Como hablamos en reuniones internas, quizá volvamos a tocar en seis meses, dos años, ocho. No lo sabemos.

Bueno, fueron 15 años. Década y media de alimentar el mito, de seguir de cerca las diferencias internas y cualquier señal que indique que fueron saldadas, y de lamentar cada pérdida irreparable como el accidente fatal de Tavo, en 2011.

¡15 años! Y finalmente llegó el día, el deseo piojoso cumplido. La banda de Ciudad Jardín volvió a los escenarios y lo hizo en el Estadio Único Diego Armando Maradona de La Plata totalmente colmado.

Esta vez no hizo frío, ni la lluvia amenazó con empañar la fiesta. Esta vez la emoción fue otra. No fue la sensación de quién se acerca a una despedida, como en aquel River del 2009, sino que invadió la alegría del reencuentro.

A minutos de las 22hs, bastante pasada la hora prevista, comenzó a sonar "Te Diría", igual que la apertura de aquella despedida. Pero en esta oportunidad la canción de Ay Ay Ay dio inicio a un nuevo capítulo en la historia de la banda; había comenzado un nuevo ritual.

Roto el hielo, Andrés Ciro Martínez, vestido con un saco bordó granate con el 87 en la espalda, comenzó a cantar “Desde lejos no se ve”, otro temón dentro de una lista de todas canciones infalibles, pero que tuvo una primera parte que apuntó directo al corazón. Una buena jugada que se nutrió de la memoria emotiva que generan las letras de sus primeros cuatro discos para permitirle a la banda acomodarse en cuanto a lo técnico.

“Babilonia”, “Todo Pasa” y “Tan Solo" entraron en este segmento centrado en Chac Tu Chac, Ay Ay Ay, 3er Arco y Azul. Y coronó una versión de "Maradó", acompañada de un video de Diego en las impresionantes pantallas que cubrían el escenario: dos a los costados, una atrás de los músicos y una más arriba, en la que predominó la imagen del logo de Los Piojos.

Esta primera etapa tuvo a Daniel Buira al mando de una de las dos baterías que estaban en escena. Luego, el histórico baterista de Los Piojos, le dio paso a Sebastián Roger Cardero para que tome el control de una seguidilla de canciones que se enfocaron en los discos de la década del 2000.

La formación completa para este show estuvo integrada además por Piti Fernández y Juan Ávalos en guitarras, Chucky de Ipola y Juan Cucchiarelli en teclados, Facundo Farías Gómez en percusión y Luciana Valdés en bajo, en lugar de Micky Rodríguez.

El setlist continuó con “Sudestada”, uno de los momentos más emotivos de la noche: un homenaje a Tavo Kupinski, quién solía cantarla en los shows. En esta oportunidad la versión fue interpretada por toda la banda y su hermano, Matías Kupinski. En las pantallas se pudieron ver imágenes de Tavo y en los estribillos se pudo escuchar su voz. Le siguieron “Bicho de Ciudad” y “Reggae Rojo y Negro”, esta última interpretada por Piti Fernandez y Rodrigo Pérez, de Ciro y Los Persas.

“Gracias por esperar. Si 20 años no es nada… 15 son menos”, dijo Andrés Ciro después de cantar “Fantasma” y pasearse por el pasillo central del estadio.

La energía arriba y abajo del escenario se mantenía en un punto de ebullición constante. Así pasaron “Motumbo”, “Vine hasta aquí", “Luz de Marfil” y “Pacífico”.

Después de una versión de “Verano del 92” con La Chilinga y un set de percusión integrado por los hijos de los músicos, la banda comenzó a sonar con dos baterías, Dani Buira y Sebastián Roger Cardero unieron fuerzas para unificar las formaciones de Los Piojos y seguir adelante con la lista de temas que alternó temas de los ‘90 y de los 2000: “Como Alí”, “Fumigator” y “Muévelo”, fueron algunas.

Para esa altura de la noche toda persona presente había traído a la memoria imágenes de esa ya lejana adolescencia o juventud. Y las nuevas generaciones, que no vivieron esos años, ya se habían hecho una idea de lo que significa un ritual.

El final estaba cerca y se olía. “El Farolito”, “Finale" y "Cruel” dieron paso al Himno nacional argentino para cerrar definitivamente la primera de las siete fechas en el Estadio Único Diego Armando Maradona.