Como Batman tiene al Joker, Gokú a Freezer y Racing a Independiente, los Premios Oscars tienen su su versión oscura llamada los Golden Raspberry, más conocidos como Razzie que premian a lo peor de la industria cinematográfica cada año.
Este año, el triste galardón se lo llevó Winnie The Pooh: Miel y Sangre, la versión de terror del tierno personaje creado por Alan Alexander Milne.
La película dirigida por Rhys Frake-Waterfield, cuenta que, luego de que Christopher Robin abandone el Bosque de los cien acres, Winnie Pooh y compañía fueron abandonados, sufriendo hambre y soledad. Con el tiempo se convirtieron en animales sádicos y vengativos.
La película ganó los premios a Peor guión, Peor director, Peor remake, copia o secuela, Peor pareja en pantalla y Peor película. Parejito.
Sin embargo en la taquilla le fue bien: costó 100 mil dólares y recaudó casi 5 millones a nivel mundial.
En diálogo con Variety, el director habló sobre el impacto de haber recibido tantos premios malos: “Me sorprende que nuestra película de micro presupuesto se compare con Hollywood, sin embargo no me importa el dudoso honor, ya que me sitúa en el mismo grupo de directores cuyo trabajo tanto admiro”.