Allá, hace veintipico de años, cuando recién estábamos estrenando el nuevo milenio, la banda que hizo un mundo de su propio marketing decidió embarcarse en una “gira despedida” de la formación con Paul Stanley, Gene Simmons, Ace Frehley y Peter Criss.
El Starchild fue invitado al podcast conducido por Billy Corgan, líder de The Smashing Pumpkins, titulado "The Magnificent Others”. Ahí el músico recordó aquella experiencia con la formación original reunida: "Por desgracia, empezaron a surgir los mismos problemas. En un mundo perfecto, tenía la esperanza de que pudiéramos volver a estar juntos. Todo el mundo aprendería las lecciones de la vida y caminaríamos juntos hacia el atardecer haciendo música. Esa historia no existe. Así que fue muy estresante y decepcionante, pero más estresante, porque para mí todo gira en torno a lo que pasa en el escenario”.
“Lo dejás todo al final de la escalera, dejás tus problemas. Hubo momentos en los que la banda no se hablaba, pero te subÍs al escenario y te abrazás y lo pasás muy bien y lo aprovechás al máximo. Todo lo que pasa más allá del escenario es un extra. Así que fue muy estresante, y no saber cómo íbamos a estar noche a noche por culpa de los caprichos de la gente. Y eso no es divertido”.
"Las cosas toman un giro muy gradual. No creo que la mayoría de las veces las cosas caigan por un precipicio... Simplemente, por desgracia, se produjo la separación, y no fue así cuando volvimos a juntarnos. Para mí, había una sensación de expectación y alegría al volver a reunirnos y aportar todo lo que habíamos hecho en el intervalo. Algunos decían: "La cagué. Nunca volveré a hacerlo. Estoy muy agradecido de estar acá'. Y realmente era la sensación y el sentimiento”.
“Con el tiempo se convirtió en, “dijiste que no lo harías de nuevo. Lo estás haciendo”. Los resentimientos que creo que había al principio volvieron. Creo que quizá lo que molestaba a la gente antes volvió a molestarle, y quizá tenían un sentido… digamos, distorsionado o inexacto de quiénes eran”.
"Todo el mundo en la banda fue muy importante para crearla. Pero cuando estás en un coche, solo puede conducir una persona. Todos pueden estar en el mismo coche, pero no todos pueden tener las manos en el volante, porque, al final, la gente tira para hacer cosas diferentes. Así que volvió a ser algo de política, por desgracia, y a veces la gente quería cosas porque vos querías otra cosa”.