Nada volverá a ser lo mismo que antes de ese martes 22 de julio. Ahora, a dos semanas del fallecimiento del eterno cantante de Black Sabbath, se conocieron los detalles de su certificado oficial de defunción.
Según documentos publicados por The New York Times y The Sun, el vocalista de 76 años murió por un “paro cardíaco fuera del hospital” y un “infarto agudo de miocardio”, con enfermedad de las arterias coronarias y Parkinson con disfunción autonómica como causas asociadas.
Fue su hija Aimée quien presentó el certificado ante el registro civil de Londres.
Previamente, un equipo médico pasó dos horas intentando estabilizar a Ozzy en su casa cerca del pueblo de Chalfont St. Giles, en Buckinghamshire, Inglaterra, antes de su muerte.
Un portavoz de la Ambulancia Aérea del Valle del Támesis contaba posteriormente a Daily Mail: "Podemos confirmar que nuestro helicóptero fue enviado ayer para brindar cuidados intensivos avanzados en un incidente cerca de Chalfont St. Giles”.