Por Agustín Baccá.
Noche de previa electoral. Buenos Aires no duerme y menos respeta la veda. Imposible comprar birra adentro, por suerte siempre hay un kiosco amigo en la esquina más concurrida de la noche en que Mujer Cebra presentaba su disco Clase B en Niceto Club.
El trío de rock alternativo compuesto por Santiago Rocca (guitarra y voz), Patricio García Seminara (batería) y Gonzalo Muhape (bajo) abrió el telón 21:21 horas. El piberío presente con remeras de la banda.. y de casi ninguna otra banda. Yo llevé una de Black Sabbath, mi amigo una de los Pixies y Muhape una del Voodoo Lounge de los Rolling Stones. Entre el público se pudo divisar al periodista Dany Jiménez, Martín Rodríguez (bajista de Poseidótica) y a Santi Celli (ex Salvapantallas).
Todo arrancó con “Y no me digan nada” primero de la noche (y también el primero del flamante álbum de Mujer Cebra). “Buenas noches loco” saludó Rocca en medio de la canción y en seguida le pegaron “El veneno” e “Invisible”.
La música de MC varía por lugares interesantes entre los que destacan la nostalgia oscura de The Cure, con el estruendo crudo de unos Nirvana en tiempos de Bleachcon tintes de un indie de domingo por la tarde en un departamento. Lo cual tiene sentido si pensamos que la banda se formó en 2018 y los atravesó el encierro pandémico.
Cada canción estaba acompañada por visuales de películas clase b (como el nombre del último disco), entre los que rescatamos imágenes de un hombre derritiéndose, un monstruo secuestrando una chica en una laguna en blanco y negro, una langosta gigante acechando departamentos, gente gritándole a una señora en una pileta, varios ciempiés atacando personas y más.
“Todo bien?” preguntó García Seminara para luego avisar “guarda con los celulares que andan robando”. Bueno.
Imposible que en la noche previa al balotaje entre Massa y Milei, un Niceto Club lleno no se pronuncie. Algunos de los cánticos fueron “Y ya lo ve, el que no salta vota a Milei”; “Se siente, se siente, Sergio presidente”; “Milei, basura vos sos la dictadura”. Un abrazo para todos ellos.
Al tándem “Nadie va a decidir por vos” y “El fuego es para quemar” le siguió "XXYY" con el único invitado de la noche, Fernando Ruiz Díaz (guitarra en mano). Micrófono al centro y como cada canción ajena que toca, la versión termina superando a la original. La inyección de energía le imprimió una cuota rockera necesaria para agitar el avispero en el auditorio. “Che que buen show, Mujer Cebra la está rompiendo y ustedes también, increíble. ¡Gracias!” admitió el cantante de Catupecu Machu.
El cierre estuvo a cargo de canciones como “Otro lado”, “Esperando solo”, “Donde termina el silencio” y el último del primer disco homónimo “Salto”, donde la estridencia de la banda pedía a gritos que el violero termine tirándose arriba de la batería, pero este cronista se quedó con las ganas. Gran noche, el piberío rockero presente, el futuro está en buenas manos.
Cobertura audiovisual: Malena Berardi