El mundo del rock lamenta la muerte de Sam Rivers, bajista y uno de los miembros fundadores de Limp Bizkit, quien falleció a los 48 años tras una larga lucha contra una grave enfermedad hepática derivada del alcoholismo.
La noticia fue confirmada por la propia banda a través de sus redes sociales oficiales, con un emotivo texto en homenaje a su compañero.
“En memoria de nuestro hermano, Sam Rivers”, inicia el comunicado firmado por los integrantes de Limp Bizkit.
“Hoy perdimos a nuestro hermano. Nuestro compañero de banda. Nuestro latido. Sam Rivers no solo era nuestro bajista, era pura magia. El pulso de cada canción, la calma en el caos, el alma en el sonido. Desde la primera nota que tocamos juntos, Sam aportó una luz y un ritmo irremplazables. Su talento era espontáneo, su presencia inolvidable, su corazón enorme. Era una persona única en la vida. Una verdadera leyenda de leyendas. Y su espíritu vivirá por siempre en cada ritmo, cada escenario, cada recuerdo.
Te queremos, Sam. Te llevaremos con nosotros, siempre.
Descansa en paz, hermano.
Tu música nunca termina”.
Nacido en Jacksonville, Florida, Rivers formó Limp Bizkit en 1994 junto a Fred Durst, Wes Borland y John Otto, consolidando una de las propuestas más influyentes del nu metal de los años 2000. Su bajo fue una pieza clave en el sonido distintivo del grupo, con discos icónicos como Significant Other y Chocolate Starfish and the Hot Dog Flavored Water.
En 2015, Rivers se alejó de la banda tras ser diagnosticado con una enfermedad hepática que lo obligó a someterse a un trasplante de hígado en 2017. Luego de un proceso de recuperación y varias recaídas, regresó a los escenarios con Limp Bizkit en 2018.
La pérdida de Sam Rivers se produce a menos de dos meses de la esperada visita de la banda a la Argentina: el 16 de diciembre, Limp Bizkit tiene programado un show en el Parque Sarmiento, en el marco de su Loserville Tour, una gira que ya arrasó en Estados Unidos y Europa. .
Su legado musical quedará grabado en cada línea de bajo, en cada escenario, y en la memoria de generaciones que crecieron al ritmo de Limp Bizkit.