Por Agustín Baccá.
Ayer fuimos felices. Fabi Cantilo dio un recital emotivo, alegre y divertido. Bailó, cantó, charló con la gente, jodió con sus compañeros de banda, no paró un segundo. Se la veía radiante, contenta, chocha. De los nervios del comienzo a momentos de stand up hilarantes. Ayer la pasamos bien.
Tras el 0-2 de Independiente a Racing, este académico cronista intentará contar, con dolor futbolero, el primero de los tres recitales que la gran diva del Rock Nacional (hincha del Rojo) tiene sold out en el Teatro Gran Rex.
21:14 se apagaron las luces y sonó “Tren (volar en círculos)”. Y ahí es cuando todo se decide. Fabi estaba metida, concentrada, profesional. Cuando la persona está bien se le nota.
Tras cinco canciones seguidas, el público decidió frenar el concierto con aplausos y Fabiana saludó: “Buenas noches señoras y señores, ¿cómo están?” para enseguida pedir “señor del Rex, ¿me corta el aire que sino mañana no puedo venir?”. Y tenía razón, estaba fresco y ella debía defender su garganta. “Hay invitados que no vinieron, veo algunas butacas vacías acá adelante. Por favor señor Rex, llame algunos extras para rellenar”. El recital siguió con “Fue Amor” no sin antes advertir que “hicimos mierda esta canción y me encanta”. Fue una versión rara, distinta, pero un clásico inoxidable aunque la hagas en formato death metal.
Si hubo un punto criticable, fue la idea de que la cantante se cambie de ropa en su camarín mientras la banda tocaba la bella “Nada es para siempre”. A través de un video grabado con anterioridad, intentaron suplir que la estrella no esté en el escenario. La gente la cantó con timidez, mientras se preguntaba dónde está la Cantilo. Un desperdicio de hit. Una vez finalizada, salió vestida de naranja para contarnos que “cuando vivíamos en La Boca una vez Fito me dijo que veía mi aura de este color. Eso no lo pusieron en la serie. Fito vio mi aura y escribió una canción, inédita hasta hoy. Parece que los señores de la serie no pusieron esa escena `porque no vende´”. Y ahí estrenaron “FyF”. (sigue abajo)
A esta altura ya era todo disfrute. Fabiana estaba exultante y los 12 músicos que la acompañaban también. Canciones como “Delfines” teñían todo de azul océano; dos bailarinas se sumaron con diferentes coreografías, todo a pedir de ella. Es más, en un momento subió hasta donde estaba Silvio Ottolini en la batería, agarró los palillos y se sentó. Ante las dudas del auditorio ella sólo atinó a decir: “Porque puedo señores”. Y un “Algo mejor” blusero se consolidó como una de las mejores de la noche.
Quedaba bastante, no en cantidad de canciones pero sí en calidad: “Bancate ese defecto” y “Demoliendo Hoteles” sirvieron de homenaje en vida a Charly García “ése sí es un verdadero genio” según describió Fabiana.
No faltaron hits para que un auditorio con mayoría de mujeres de todas las edades (quizás las más jóvenes empujadas por el éxito de la serie de Fito Páez) se pusieran de pie y encaren por los pasillos al escenario, ante el intento de freno de los de seguridad y sus láseres verdes. Así pasaron “Ya fue” y “Mary Poppins y el deshollinador” pegadas.
Los acordes de “Mi enfermedad” dieron la pauta que se terminaba, todos de pie para cantar, bailar y celebrar a esta Fabiana Cantilo más divertida, linda y de voz impecable, brillando en el Gran Rex.
Ph: Guido Adler
Cobertura audiovisual: Malena Berardi
