Herramientas de Accesibilidad

×

Himnos, nuevos hits y una fiel manada. 

Los Caballeros de la Quema y su Fiesta de Zombis

Por Sofía Llamedo.

El barrio porteño de Villa Crespo recibió a Los Caballeros de la Quema y a su manada para celebrar clásicos de siempre y los nuevos temas de su último disco, Fiesta de Zombis. La banda de Morón marcó a fuego a toda una generación de los 90, esos pibes y pibas que hoy se acercan en familia o se juntan con amigos para revivir los años dorados. Caballeros logró trascender: sobrevivieron al tiempo y a la nostalgia.

Pasadas las 21h, los acordes de “Todos atrás y Dios de 9” dieron el puntapié para que Iván Noble y su tropa salieran a escena ovacionados. Continuaron con “Huelga de princesas” y “Pejerrey” que hicieron despegar del piso a todos.

“Para nosotros es una noche que, a esta altura de nuestros huesos, va a ser muy difícil de olvidar”, dijo Iván entre risas y memoria, recordando los sótanos y bares donde todo empezó. “Hoy tenemos el lujo de tocar acá, y que para ustedes sea una buena idea pagar por esto.” El público celebró la honestidad, sabían que los esperaba una larga noche.

Fiesta de Zombis, producido por Gustavo Borner, es un disco que nació después de 25 años sin grabar en estudio y no pierde la escencia de Caballeros. “Una imprudencia de la que estamos orgullosos”, dijeron. Pero el riesgo valió la pena: las nuevas canciones conviven sin complejos con los viejos himnos, un rompecabezas que encaja perfecto.

“¿Qué pasa en el barrio?” y “Otro jueves cobarde” conectaron muy bien con “No empujen el río”, sin dudas un nuevo clasico. “¿Quién es del Oeste? Nosotros nos tomábamos La Lujanera, y en esos viajes escribimos este tema”, anunció Noble antes de “Me vuelvo a Morón”. En ese instante apareció el primer trapo de la noche: Martín Coronado flameando entre la multitud.

“Rómulo y Remo” sonó como si el tiempo no pasara: 25 años después, todavía retrata el presente. La frase “Milei basura, vos sos la dictadura” brotó desde el público como un eco urgente. Más tarde, pero en la misma línea, “Rajá rata” fue el punto de más agite de la noche.

Con “Ni a la esquina” llegó el instante íntimo, el mini fogón del recital. “Antes sacaban los encendedores, pero bueno”, bromeó Iván, y en lugar de llamas se encendieron cientos de celulares que igual iluminaron las caras y los recuerdos.

La frase “En casa hay dos vinos, si prometés que no te enamorás” de “Fulanos de nadie erizó pieles, acompañada por el bandoneón de Basilio Fernández. Era la señal: el final se acercaba y ya habían pasado más de 20 canciones. “Estas noches se preparan mucho y después pasan muy rápido. Así es la vida... ya estamos lagrimeando acá arriba”, dijo el cantante con los ojos brillosos.

“Sapo de otro pozo” y “Carlito” amagaron con cerrar la noche, pero el público no los dejó ir. Volvieron para despedirse con “Mientras hayas luces en el bar”, “Avanti Morocha” y “Oxidado”. “No sé qué será de nuestras vidas, pero ojalá haya muchas noches como esta. Todavía vale la pena este oficio”, dijo Noble antes del último acorde. Los Caballeros siguen siendo eso: una banda que convirtió la melancolía en fuego y la calle en poesía.

 

ph: @arnedonacho @caballerosdelaquema
Cobertura audiovisual: Mateo Araujo / Abel Mateu

Redes sociales

Seguinos en todas las plataformas!

  • twitter

App Móvil

Buscanos en las tiendas

Rock and Pop en Google Play

NECESITAS CONECTARTE A INTERNET PARA NAVEGAR Y ESCUCHARNOS