Por Silvana Canton
Valentín Oliva hizo vibrar al oeste del conurbano bonaerense con un show poderoso y contundente, enmarcado en lo que es el tramo final de la gira de su segundo disco. Es sabido que Wos ya tiene su tercer álbum de estudio en el horizonte.
La energía que envolvió al show comenzó a sentirse en las inmediaciones del Club Deportivo Morón, en la caminata previa hasta pasar por debajo del inflable con forma de boca con esos imponentes dientes que ilustran la tapa de Oscuro Éxtasis y que se replicaron en remeras a montones. Una vez atravesada esa dentadura, arrancó la experiencia de un espectáculo pensado de principio a fin. El contenido de las composiciones, la energía, el sonido, el escenario, las luces y las visuales en las pantallas, cada uno de estos componentes formó un gran todo.
"No te escondas, somos la puta luz en la sombras". El inicio fue sin vueltas y al hueso, con la misma introducción del disco, plantando bandera con la seguridad de quien tiene mucho para decir y haciendo saber que lo que sigue es un mensaje fuerte. La sombra de Wos se veía atrás de un telón blanco que cayó al inicio de una muy poderosa y oscura versión de “Buitre”.
Pegado llegó "Luz Delito", en un viaje a su primer disco. El público, obviamente, celebró esta elección: pogo y energía a tope. Generaciones muy variadas saltando con un tema que para edades más avanzadas es un link directo a la adolescencia con los Redondos, y para edades más tempranas es un vínculo con lo mejor del rock de distintas épocas. Ayer se vio a personas jóvenes y adultas atravesadas por una misma música.
"Andrómeda", "Convoy Jarana", "Okupa", "Alma Dinamita", "Llenos de Zafiros", "Puaj" y "Fresco" siguieron en una lista de 30 temas que fue y vino entre sus composiciones más antiguas y las más nuevas. Luego, llegó una de las sorpresas de la noche cuando en "Cambiando la piel" subió al escenario Nicki Nicole para completar la versión.
Volviendo al setlist, hubo de todo y para todos los gustos. Promediando el show, Wos hizo una demostración de beatbox y más tarde dio rienda suelta a su improvisación, demostrando nuevamente por qué es un referente indiscutido del freestyle. Las canciones nuevas también encontraron su espacio en la lista: "Descartable" y "Morfeo", fueron exponentes de lo que será su próximo disco de estudio.
Sin dudas, Wos ya tiene espalda para armar un repertorio que navega por estilos y sonidos de los más variables: hubo rock, hubo temas más festivos como “Niño Gordo Flaco” y "Melón Vino”, también canciones en un tono íntimo como “Arrancarmelo” y “Mirá Mamá”, y hasta se puede decir que se acercó al punk en una fuerte versión de “40”.
No faltó, claro está, la reflexión sobre nuestra convulsionada realidad. “Estamos pasando momentos altamente complejos, de mucha incertidumbre sobre todo para la juventud y espero que haya una claridad para el camino que se viene, que se vea un destino más claro, que veamos luz pronto. Siempre se debe construir con amor, esa es la base. ¡Aguante Argentina y los que odian el país que se recontra mejoren!”, dijo y seguido arrancó una poderosa versión de “Que se mejoren”. Un clima similar se vivió en su infaltable “Canguro”.
La banda, integrada por Natasha Iurcovich (bajo), Facundo 'Evlay' Yalve e Ivanna “Chipi” Rud (guitarras), Fran Azorai (teclados) y Tomás Sainz (batería) sonó del carajo. Muy ajustada y con un sonido potente que generó una atmósfera muy especial para cada canción. Un clima perfectamente acompañado por visuales en la pantalla gigante -colgada en la parte superior del escenario, de lado a lado, para que toda persona presente disfrute de lo que pasaba- y por la luminosidad en escena.
“Gato Negro”, “Culpa” y “Mugre” fueron las elegidas para el final. Las tres con la densidad y oscuridad necesaria para cerrar el círculo que se abrió con el arranque del show. Después, Wos bajó del escenario. Obvio, nadie se movió del lugar a la espera de los bises. Y así fue. Otra vez en escena, Wos se despidió con “No va a bajar” y “Púrpura”.
De esta manera comienza a cerrarse la gira de Oscuro Éxtasis, que aún tiene una parada programada nuevamente en Morón; y el 3 y 4 de noviembre llegará a Quilmes.
Cobertura audiovisual: Bruno Dulbecco
Ph: @irishsuarez